domingo, 13 de marzo de 2011

Creo que la vida pasa tan rápida que ni nos damos cuenta de que en un segundo para el otro todo se puede disolver. Puede ser tan efímero como el vuelo de una hoja en el mes de octubre, como unas cenizas en el viento, como un simple suspiro.

Nunca salgas de casa por la mañana peleada con tu hermano porque se ha acabado el cereal. Nunca estés sin hablarle a tu mejor amiga porque se ha comprado los mismos tacones que tú. Nunca te despides de tus padres sin darles un beso, nunca te vayas del lado de tus abuelos sin regalarles una sonrisa y un abrazo.
Nunca des por seguro a las personas que más quieres en esta vida. Porque esta vida tiene curvas, y nunca sabes cuando pueden aparecer. Y sí, sonará repetitivo, pero es la pura verdad: nadie, y repito nadie, aprecia lo que tiene hasta que lo pierde. Así que nunca digas te odio a la gente de tu alrededor porque sabes que no así.
Piensate bien tus palabras antes de pronunciarlas, porque la vida es tan puta que no sabes cuando son las últimas.

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